miércoles, agosto 27, 2008

Un cariño usurpado

"Es por eso que te quiere mucho. Su primer hijo se murió y tu asumiste ese querer".
¿Qué pasa por la mente de una madre que ha perdido a su hijo? ¿A dónde va ese cariño acumulado durante nueve meses y que, por las vicisitudes de la historia personal, se lo arrebatan sin aviso? ¿Cuánto dura un cariño muerto? y hasta dónde puede usurpar ese sentimiento estancado en el que viene, en el otro hijo. ¿Se puede lograr el cambio de piel, de ojos, de sonrisa, de, en suma, un nuevo ser?
Como si a costa de un trauma, aquel otro hijo asume la posición del que se fue e inconscientemetne atesora el amor maternal ajeno. Que nunca fue de él.
¿Cómo cargar con un amor que no te pertenece? y hasta que extremo se sigue con desdichas eternas que nos persiguen hasta la muerte.
Mutantes de amor, siguen la senda que la estela espumosa de residuos afectivos dejó un amor original ido.
Ya ni las enfermedades que laceran el cuerpo pasan los límites de la desdicha subyugada de aquel que ha robado un ser, un cariño, que tal vez nunca le perteneció.
Cuando se percibe estas formas de la nada - porque toda usurpación es nadería - se percata entonces de que la vida, en todas sus acepciones, es una mierda que levita con su traje oscuro y su rostro velado.
Orfandad.